19.9 C
Delicias
lunes, noviembre 3, 2025
HomeColumnaEl poder del voto

El poder del voto

Lorenzo Córdova Vianello

En ningún otro momento de nuestras vidas cada uno de nosotros cuenta exactamente lo mismo que cuando estamos frente a las urnas para emitir nuestro sufragio.

El voto libre es un derecho ciudadano que nos ha costado muchísimo lograr y que debemos valorar. El que hayamos logrado convertirnos en una democracia, a pesar de todos los ominosos pendientes que nos aquejan en materia de justicia social, no fue una concesión graciosa del poder o un regalo que nos hicieron los gobiernos del pasado, es decir, algo que nos cayó de lo alto, sino una auténtica conquista varias generaciones de mexicanos que apostaron a la vía del sufragio libre como la manera de acceder y distribuir el poder político.

La democracia, en ese sentido es el resultado de batallas ciudadanas que han costado mucho —incluso vidas— y que debemos honrar asumiendo nuestro derecho al voto con responsabilidad, con conciencia, pero, sobre todo, con libertad. Ejercer nuestro voto es la manera en la que somos nosotras y nosotros quienes decidimos hacia dónde caminamos como sociedad, el modo en el corregimos el camino cuando consideramos que nos hemos equivocado y la ratificación de que somos las y los ciudadanos quienes encarnamos la soberanía nacional; nosotros y no los gobiernos ni los partidos somos los que definimos a dónde orientamos nuestro futuro.

En efecto, en una democracia el voto es la herramienta más poderosa que tenemos las y los ciudadanos para decidir nuestro devenir político. Con él decidimos quiénes nos van a gobernar y representar políticamente definiendo quién merece nuestra confianza y respaldo.

En ese sentido nuestro voto tiene muchas implicaciones y por eso debemos ejercerlo de manera razonada. Sirve, por supuesto, para definir quién gana una elección; pero además tiene otras implicaciones: definir qué partidos mantienen su registro y, a partir del peso electoral que tiene cada uno de ellos, cuántos legisladores (senadores y diputados) de representación proporcional les corresponden, así como qué porcentaje de financiamiento público y de tiempos de radio y televisión va a recibir en los próximos tres años cada fuerza política.

Adicionalmente, el voto es un poderoso mecanismo de rendición de cuentas que nos permite premiar o castigar a las buenas o a las malas gestiones de gobierno y la actuación que cada partido ha realizado. Así, el voto sirve para validar el trabajo bien hecho o bien para sancionar a quien lo ha hecho mal y permitir a otros la oportunidad de gobernarnos.

En ello consiste el poder del voto, además de que, el día de las elecciones todas y todos somos iguales. En ningún otro momento de nuestras vidas cada uno de nosotros cuenta exactamente lo mismo que cuando estamos frente a las urnas para emitir nuestro sufragio. Ese día, sin importar nuestra condición económica, nuestro género, nuestra edad, nuestra profesión o nuestro nivel educativo, todos valemos lo mismo.

Por eso no podemos renunciar a ese privilegio que también es una poderosa herramienta para incidir colectivamente en nuestro futuro, absteniéndonos y dejando que otros decidan por nosotros, ni tampoco renunciando a nuestra libertad y permitiendo que otros nos digan como ejercer nuestro sufragio ni por dinero, ni por miedo, ni por presiones.

La democracia es una construcción colectiva de la que somos autores las y los ciudadanos y nos corresponde a nosotros preservarla, protegerla y defenderla. La primera manera de hacerlo, la más sencilla y a nuestro alcance, es votando de manera autónoma y consciente por quien queramos. Así se construye y se defiende la democracia, nuestra democracia. Por eso, este 2 de junio salgamos todos a votar. Investigador del IIJ-UNAM

Fuente El Universal

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

Lo último