La Administración Trump retiró abruptamente a un segundo grupo de migrantes que trajo a la base militar estadounidense en la Bahía de Guantánamo, Cuba, devolviendo a Estados Unidos a 40 hombres que había trasladado allí en las últimas semanas, según funcionarios familiarizados con el asunto.
El Gobierno no ha anunciado si reubicó a los hombres en una o más instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Luisiana, ni se ha aclarado el motivo del traslado. Sin embargo, funcionarios familiarizados con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato, afirmaron que el traslado ocurrió el martes.
La medida llega días antes de que un juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington escuche una importante impugnación de aspectos de la política.
Es la segunda vez que el Gobierno lleva a personas a la bahía de Guantánamo para luego expulsarlas al cabo de unas semanas, una operación costosa y que consume mucho tiempo.
La oficina de prensa del Departamento de Seguridad Nacional no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Como parte de un esfuerzo más amplio para llevar a cabo deportaciones masivas, el Presidente Donald Trump ordenó a los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional que se prepararan para enviar migrantes a Guantánamo una semana después de asumir el cargo. Hasta el viernes, según un expediente judicial de esta semana, 290 migrantes de 27 países habían transitado por la base.
La Administración aún no ha ofrecido una explicación detallada sobre el envío temporal de migrantes a Guantánamo.
Hasta el viernes, según el expediente judicial, 17 migrantes estaban detenidos en una instalación de seguridad media, un edificio estilo dormitorio al otro lado de la base de la prisión de tiempos de guerra, mientras que 23 estaban en el Campo 6.
Otra declaración judicial presentada esta semana, una declaración del oficial del Ejército a cargo, el teniente coronel Robert Green, ofreció algunos detalles sobre el trato que se ha dado a los detenidos en el Campo 6. Afirmaba que el personal del ICE observaba cómo las tropas estadounidenses realizaban registros corporales a los migrantes recién traídos allí como “migrantes ilegales de alta amenaza”. Posteriormente, añadió, los migrantes eran cacheados al ser trasladados de celda.
Green reconoció que las tropas se han encontrado en situaciones tensas. En un solo día, antes de la deportación de los venezolanos, dijo, el personal penitenciario sujetó a seis migrantes a sillas de contención o camillas médicas después de que cada uno de ellos cometiera un supuesto episodio de autolesión (jerga militar que designa una amenaza, un gesto o un intento de suicidio).
Fuente Reforma