El peor engaño de la historia política mexicana sin duda ha sido Andrés Manuel López Obrador, todo un artífice de la mentira, la simulación y los pretextos de los peores gobernantes en México.

Indudablemente las promesas realizadas por 18 años siguen sin cumplirse en la realidad, eso sí, en su discurso y la retorica con que han actuado los últimos presidentes de nuestro País.

Cada vez que el presidente asegura que las cosas han cambiado en México, es solo una gran mentira, no se puede negar que tiene el don de mentir, de engañar e incluso manipular mentes y hasta corazones.

Pese quedar al descubierto una y otra vez en sus engaños, ahora resulta que su popularidad crece.

Pero aquel dicho popular que se refería a que si camina como pato, si grazna como pato, si nada como pato, si nada como pato es pato, aplica al viejo PRI que gobernó durante siete décadas.

No cabe duda que el caudillismo, el engaño, la mentira, la hipocresía de Andrés Manuel López Obrador, superó al viejo régimen, multiplicando al cuádruple el accionar del PRI.

Esta película que hoy se a exhibido en México en los últimos cinco años, es un refrito de lo que ya padeció el país.

En corrupción y falta de trasparencia, rebaso al viejo sistema, solo le cambio nombres, pero sigue siendo la misma gata nomas que revolcada.

Familia y funcionarios señalados por excesos en su forma de vivir, por cierto sin saber en que trabajan.

El dinero de los mexicanos administrado de la peor manera, las obras mal hechas, inconclusas, un sistema de salud en pésimas condiciones, la situación de inseguridad como nunca, instituciones destruidas y un hombre que habla de la austeridad y la pobreza, pero viviendo desde un palacio con todas las comodidades, seguridad y bienestar para quienes lo rodean.

El despilfarro desorbitante de los recursos públicos, se ha utilizado como paracaídas para mantener popularidad ante la miseria y la pobreza que por cierto, ha crecido en términos reales.

No se puede negar la cruz de nuestra parroquia, como no se puede negar que la formación política que tuvo en el viejo PRI el presidente, ha florecido de forma alarmante que si antes se decía gánale al PRI, ahora, gánale a Lopez Obrador, y es que así fue el viejo régimen, pese a evidencias, siempre se negaba la realidad, aunque, antes había un poco de vergüenza, en la actualidad, ya ni eso.

Por eso, viva el viejo PRI, ALMA MATER de Morena.